domingo, 30 de octubre de 2011

SAGOYEWATHA

 
 
Casaca Roja nació en 1.752 en Canoga (Nueva York), en el Pueblo Seneca. Se le conoce con este Nombre por la Casaca que le regalaron los Ingleses cuando luchó a su lado en la Guerra de Independencia.
Su primer Nombre fue Otetiani "El que está Preparado" y su Nombre de Jefe, Sagoyewatha "El que hace Despertar".
Los Seneca pertenecen a la Confederación Iroquesa o Confederación de las Seis Naciones (primero fue de Cinco), "Onondaga, Mohawk, Seneca, Cayuga y Oneida; a principios del siglo XVIII, los Oneidas permitieron a los Tuscaroras entrar en la Confederación. Ocupaban en principio la región Central y Occidental del Estado de Nueva York. Esta Organización, fundada por el Mítico Deganawidah y el Sabio Legislador Tradicional Hiawatha, este nació en el siglo XVI, para acabar con las Luchas Intertribales y establecer una Paz permanente.
Se cumplia así el Sueño de Deganawidah, en el que había visto un Gran Arbol, un Pino gigantesco y espléndido cuyas raíces eran las cinco Naciones Iroquesas que formaron primero la Confederación. Cada Tribu estaba representada en el Consejo Federal de cincuenta Jefes que residía en Onondaga y en el que se trataban y decidían por Votación todos los Asuntos importantes.
Los Senecas eran los Porteros o Guardianes de la Puerta Occidental de la Confederación.
Después de las Guerras Tribales de 1.650-1.660, los Seneca absorbieron a otras Tribus y se extendieron por el Territorio conquistado al Oeste del Lago Erie y al Sur a lo largo del Alleghany, convirtiéndose en la Tribu más importante de la Confederación. Sus Aldeas fueron destruidas por Sullivan en 1.779. Pero siguieron en su Territorio original del Estado de Nueva York.
Los Iroqueses y su Confederación han surcado las marejadas de la Historia y han llegado a nuestros días. Su Federación sigue viva y su Voz se sigue oyendo.
El Orador, Diplomático y Guerrero Seneca Sagoyewatha murió en la Aldea Seneca el 20 de Enero de 1.830 En el Verano de 1.805 pronunció el siguiente discurso como respuesta a un joven Misionero llamado Cram de la Sociedad Misionera Evangélica de Massachusetts que pretendía Cristianizar a los Iroqueses. 
No queremos destruir vuestra Religión, ni aceptarla. Sólo queremos disfrutar de la nuestra. Amigo y Hermano. Ha sido voluntad del Gran Espíritu que nos encontremos hoy aquí. El Gobierna todas las cosas y nos ha dado un buen día para nuestro Consejo. Ha retirado su Manto del Sol, permitiendo que brille con intensidad sobre nosotros.
Tenemos los Ojos abiertos y vemos con claridad. Tenemos los Oídos despejados y hemos oído perfectamente las palabras que has pronunciado.
Nos has pedido que expresemos nuestra opinión libremente. Esto nos alegra mucho, pues estamos delante de ti y podemos decir lo que pensamos.
Escucha bien lo que decimos, Hermano. Hubo un tiempo en que nuestros Antepasados poseían esta Gran Isla. Sus Dominios se extendían desde Oriente hasta Poniente. El Gran Espíritu creó esta Tierra para los Nativos. El creó al Tatanka y a otros Animales para darnos alimentos. Sólo a veces luchábamos por el Territorio de Caza, y solía arreglarse sin gran derramamiento de sangre. Pero llegaron Tiempos aciagos para nosotros. Tus Antepasados cruzaron las Grandes Aguas y llegaron a nuestra Isla. Eran pocos. Aquí encontraron amigos, no enemigos. Nos pidieron un lugar pequeño. Nos apiadamos de ellos, y se instalaron con nosotros.
Les dimos Maíz y Carne. Ellos a cambio nos dieron Veneno. Los Blancos encontraron nuestra Tierra. Llevaron a los suyos la Noticia y fueron llegando más y más. El Washichu o Hombre Blanco contrato Indios para luchar contra Indios.
Ya tenéis nuestro País, pero aún no estáis satisfechos. Ahora quereis imponernos vuestra Religión. Dices que te han enviado para enseñarnos a rendir Culto al Gran Espíritu como a él le agrada. Dices que vosotros estáis en lo ciero y nosotros equivocados. ¿Pero como sabemos nosotros que eso es verdad?
Sabemos que vuestra Religión está escrita en un Libro. Si nos hubiera estado destinada también a nosotros, ¿por qué no dio el Gran Espíritu a nuestros Antepasados el Conocimiento del Libro y los medios para entenderlo correctamente?
Hermano, dices que no venís a quitarnos la Tierra ni el dinero sino a iluminar nuestro entendimiento. Yo te dire ahora que he estado en vuestras Asambleas y os he visto recaudar dinero.
Nos han dicho, que habéis estado Predicando a los Washichus de este lugar. Ellos son nuestros vecinos. Les conocemos. Así que esperaremos un tiempo a ver el efecto que les hacen vuestras enseñanzas. Si comprobamos que les hacen bien, que les hacen ser sinceros y menos predispuestos a engañar a los Nativos, volveremos a pensar todo cuanto nos has dicho. Grandes palabras sabias de un Nativo Americano. Meditar, que es lo que lleva a los Hombres a la Guerra. LA RELIGION.

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